
(Apuntes de 29 de enero de 1970) Pregunta: ¿Quién eres? Respuesta: El espíritu de Giuseppe Balsamo, conde Cagliostro. Pregunta: ¿Vive usted bien en el otro mundo? Respuesta: No. Pregunta: ¿Alguien se siente bien en el otro mundo? Respuesta: ¡Oh, muchos! Pregunta: ¿Por qué se siente usted mal? No hay respuesta. Pregunta: ¿No quieres responder a esta pregunta? Respuesta: No. (No está claro por qué el preguntador pasó a usar tú, pero al espíritu no parece importarle.) Pregunta: ¿Habrá guerra? Respuesta: Segu...sí. Pregunta: ¿Cuándo? Respuesta: 5… 4… Pregunta: ¿Dentro de cuatro años? Respuesta: Sí. Pregunta: ¿Moriremos todos durante la guerra? Respuesta: Sí. Pregunta: ¿Morirá alguien antes? Respuesta: Sí. Pregunta: ¿Quién? Sin respuesta. Pregunta: ¿Estás cansado? Respuesta: Sí. Pregunta: ¿Vendrás otra vez? Respuesta: Sí.
de 21:50 a 22:30 (interrupción)
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Añado a esto otra reflexión de mis sesiones de espiritismo. También es bastante exacta, excepto por el hecho de que para mayor misterio he trasladado la acción para Tartu. El poema fue escrito en 1968.
Balada sobre una sesión espiritista y la sombra de Alexander Pushkin
Y como un buey perezoso, La luna saldrá sobre Tartu, Y a mediados de marzo Se ha esbozado una mesa redonda. Tres estudiantes pobres Se inclinan sobre la mesa, Y el alfabeto y los números En la pequeña mesa. Allí llaman a los espíritus, Y les brillan los ojos, Y llegan los espíritus volando Y dicen la verdad. No, en el platillo materializarse No quiere él — y quiere, — Como pájaro, como doncella en una torre, Se agita en el platillo Ya medio muerto, No sonríe Ni agita la mano. Y aquí está la porcelana Se calienta y tiembla Sobre las letras vuela Y dice la verdad. Y agonizando el platillo tiembla, La sombra ha huido hacia la vela… Entonces, vida de porcelana Empieza de nuevo. «¿Eres tú o no, O eterno y loco Espíritu te nombré de repente?» «Entonces, Aleksandr Serguéyevich, ¿Habrá guerra?» Pero él no comprende Y salta rápido y leve. «Algo que no entendí — ¿Habrá guerra?» Y él responde: «No habrá ni mierda». «Usted, Aleksandr Serguéyevich, ¿Ama a los perros?» Y él responde A esto: «¡Pues claro!» Y agonizando el platillo tiembla, La sombra ha huido hacia la vela. ¿O eterno y loco Espíritu te nombré de repente? Para sentir el brillo de la vela, Qué calientes están tus palmas, El dolor de los minutos que fluyen ¿Lo olvidaste y te has ido? Prenden la luz… De repente se ha vuelto incómodo — Como si alguien nos hubiese ofendido, Como si alguien desde la oscuridad Nos viese, pero sin ser visto. Y agonizando el platillo tiembla...
Определение в дурную погоду (Definición durante el mal tiempo)
San Petersburgo: Ed. Pushkinskij fond, 1997.
Traducción: Alder Soto
